Etiqueta y Protocolo
Mucho se está hablando estos días del chaleco rojo de cooperante que la reina Letizia ha lucido durante su viaje Paraguay. La monarca ha viajado para apoyar y ensalzar la labor que realiza la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) en este país, especialmente en materia de salud, educación y empoderamiento de la mujer.
Sin embargo, durante estas jornadas, lo que ha llamado la atención a muchos, más allá de la labor realizada por la Reina, ha sido la indumentaria elegida para estas tres intensas jornadas: un chaleco rojo de cooperante que se ha convertido en objeto de polémica.
Nosotros no vamos a entrar en la polémica. Lo que buscamos es analizar este complemento como elemento dentro del protocolo y la comunicación.
Si nos centramos en el protocolo, queremos recordar dos puntos importantes:
- El protocolo es una herramienta muy potente de la comunicación. La utilización de este chaleco en el ámbito de trabajo como cooperante, nos parece más que acertado. Cada acto o evento requiere una etiqueta. En este caso, no nos hubiera parecido oportuno que vaya a realizar una actividad solidaria como la que ha realizado ataviada con un traje de firma y zapatos de tacón infinito. En ese ambiente, doña Letizia es una embajadora y trabajadora más de la Agencia y, por ello, lo razonable es que lleve la misma uniformidad que llevaría cualquiera de sus compañeros de trabajo.
- No existe ninguna norma de etiqueta y protocolo que exija a la reina Letizia, ni a ninguna otra reina, por el hecho de ostentar ese cargo, que se vista con “vestidito” ni corona. Las coronas, tiaras y vestidos de gala están destinados a otras ocasiones más formales.
Centrándonos en el ámbito de la comunicación, podemos destacar que:
- La labor de la reina en este caso va más allá de la cooperación que ha prestado durante los 3 días que ha durado su viaje. Lucir el chaleco rojo ha permitido dar mayor visibilidad a la Asociación AECID y a la labor que desarrollan.
Para finalizar este post, os proponemos que hagáis una reflexión, ¿vais vestidos igual cuando acudís como invitados a una boda que cuando vais a una entrevista de trabajo?
¡Esto, también es protocolo! Porque el protocolo, os recordamos, no es solo para eventos reales o institucionales, es parte de nuestro día a día.