Hablando de etiqueta y protocolo, organización de eventos y la necesidad de la profesionalización.
«La dependencia entre el organizador de eventos y la institución, pública o privada, es tal que no pueden vivir la una sin la otra.»
El experto en protocolo, Francisco López-Nieto y Mallo, afirma en su libro Manual de protocolo que para que un evento «se convierta en una eficaz herramienta de comunicación, para que se convierta en portador de un determinado mensaje y llegue a los públicos que interese, es a todas luces preciso que su preparación se confíe a un profesional» .
Por lo tanto, tenemos que partir de la base que el organizador de eventos, etiquta y protocolo, es, en primer lugar, una persona a quien le atrae la comunicación. En especial, aquella que se sirve de los actos para hacer llegar un mensaje al receptor. Y, por supuesto, debe ser un profesional cualificable.
En pleno siglo XXI, las instituciones oficiales, empresariales o asociativas precisan de una comunicación que supere a la tradicional. Es decir, el canal de transmisión del mensaje ya no se sustenta solamente en lo básico, sino que ha experimentado una mejora gracias a la organización de eventos.
En este contexto, si quieres comunicar en el siglo XXI tienes que aprender a organizar actos y a adquirir los conocimientos y habilidades de la figura del profesional organizador de eventos.
La profesión de organización de eventos es un trabajo que está alcanzando un gran potencial. Y ya seas estudiante o profesional en activo, estudiar organización de eventos amplía tus competencias y las expectativas de avanzar profesionalmente en el ámbito de la comunicación.
Por esto, al margen de los gustos personales que nos ayudan a decidir nuestra formación académica, existen otras razones más objetivas que nos dirigen a estudiar organización de eventos. Destacamos cinco:
- Trabaja el pensamiento lateral.
- Forma profesionales multidisciplinares.
- Alta empleabilidad.
- Profesión en alza.
- Incentivo para la economía nacional.
Vamos a conocer a qué nos referimos con cada una de ellas y su relación con el estudio de la organización de eventos.
La organización de eventos desarrolla el pensamiento lateral
El pensamiento lateral es el pensamiento creativo, consciente y sistemático que se alcanza a través de un proceso en el que interviene el pensamiento convergente y divergente.
El pensamiento convergente pertenece al mundo de lo racional y es el que nos ayuda a llevar a cabo la producción de una idea a la realidad.
El pensamiento divergente nos permite producir numerosas ideas para dar solución a una realidad. Y para lograrlo se basa en la fluidez, la flexibilidad y la originalidad.
El organizador de eventos debe ser capaz de desarrollar su pensamiento lateral ya que es tan importante la creatividad de la idea como su ejecución. Este aprendizaje se adquiere gracias al conocimiento teórico como práctico, de ahí la importancia de la formación en organización de eventos.
El organizador de eventos es un profesional multidisciplinar
La organización de un acto implica, entre otras acciones, planificación estratégica, eficiencia en las relaciones institucionales, conocimiento y aplicación de la normativa de protocolo, conocimientos en la etiqueta y el protocolo, asistencia al plan de comunicación, formación en tecnologías y técnicas escenográficas y, producción técnica y logística.
En definitiva, son acciones procedentes de diversas disciplinas como la comunicación, las relaciones públicas, la etiqueta y protocolo, el márquetin, el derecho o habilidades negociadoras.
Por esta razón, el organizador de eventos es considerado un profesional multidisciplinar. Un perfil que se adquiere gracias al estudio específico en organización de eventos y que nos ayuda a integrarnos en el mundo laboral.
La organización de eventos forma personas con alta empleabilidad
La Organización Internacional del Trabajo define el término empleabilidad como «las competencias y cualificaciones transferibles que refuerzan la capacidad de las personas para aprovechar las oportunidades de educación y de formación que se les presenten con miras a encontrar y conservar un trabajo decente, progresar en la empresa o al cambiar de empleo y adaptarse a la evolución de la tecnología y de las condiciones del mercado de trabajo».
La empleabilidad en la organización de eventos se consigue gracias a la educación y al aprendizaje de las competencias propias de este campo profesional. Y esto es así por el propio carácter de estos estudios que, como hemos dicho anteriormente, aglutinan diferentes disciplinas lo que aumenta sus oportunidades laborales.
El organizador de eventos es un perfil profesional cada vez más solicitado
La formación oficial en organización de actos es cada vez más solicitada por las instituciones públicas y privadas. Estas son conscientes de la importancia de contar en su equipo con un organizador de eventos tanto por su capacidad de desarrollar actos internos y externos como por su papel activo en la creación de marca.
Cada vez son más los agentes conscientes de que la organización de eventos es una herramienta que se integra en la estrategia relacional de la entidad con su público. Y esto conlleva a contratar profesionales cualificados en esta materia.
La organización de eventos incentiva la economía del país
Tanto en Colombia como en España, entorno al sector de los eventos se mueve un gran número de profesionales. De esta manera, es el punto de origen, y el motivo, de una red importante empresarial e industrial del país. Y esto, a su vez, conlleva un efecto positivo en la economía nacional.
En España, por ejemplo, la organización de eventos factura alrededor de 12 000 millones de euros, da trabajo directo a más de 80 000 personas e indirecto aproximadamente a 700 000. En el caso de Colombia, se baraja la cifra de 15 billones de pesos lo que representa el 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB).
Por María del Carmen Portugal Bueno, profesora de ESSPEC.